¡Rayos! Solo quiero un poco de tiempo.
Hoy en la mañana caminaba de mi preuniversitario al paseo Ahumada, gracias a que mi reloj en acuerdo con el señor tiempo me jugaron una mala pasada y convenciendo a mis sabanas de seducirme… no alcance a llegar a la primera hora de clases.
Ya sentada en una aislada banca, mientras observaba a una estatua viviente que se gana la vida en aquello pensaba… ¿Como será mi futuro? ¿Tendré la capacidad de estudiar y hacer de mi vida lo que realmente quiero? ¿Alcanzar mis sueños, anhelos y olvidarme de todos los posibles temores que me atormentan? ¿Y como haré de mi vida lo que quiero si ni siquiera tengo muy claro lo que quiero?
Creo que son interrogantes por las que todos hemos pasado, pero créanme que los temores se acentúan si has desechado un año de tu vida en supuestos estudios que nunca se llevaron a cabo.
Yo egrese de enseñanza media el año pasado y decidí darme un año para estudiar según yo “mas a conciencia” sin embargo, la sobra de tiempo y la lejanía de aquella prueba crucial provocaron en mi un relajamiento excesivo, llevándome a pensar muchas veces “ah! Si aun hay tiempo” sin embargo hoy, sentada en aquella banca note que estaba muy equivocada. La fecha de mi cumpleaños se acerca a pasos agigantados, y después de mi cumpleaños psicológicamente el año se me acaba. Entonces ¿Qué hacer? El tiempo perdido no vuelve y las materias por osmosis no entran. Bueno, seria exagerar decir que no he hecho nada de mi vida y mi tiempo este año, en verdad algo (bastante mínimo) e aprovechado mi tiempo en estudios y cosas útiles, pero también debemos asumir que la reina de los cuadernos no he sido.
Creo que mi mayor temor es decepcionar a mis cercanos quienes confían que este año lograre resultados esperados. La angustia consume y los nervios actúan, solo queda esperar la fecha crucial. ¿Y que será de mi si los resultados son paupérrimos… mucho peores a los del año anterior?
Fijando mi mirada en aquella estatua se me pasaron dos ideas fugaces por la cabeza:
Bueno, en realidad no es tan malo, si fuese estatua al menos sabría que es “arte” y que la gente disfrutaría al mirarme (porque yo admiro mucho a las estatuas vivientes). Y de forma casi instantánea llego la siguiente idea: ¡acaso tu estas loca niña! Como se te ocurre pensar hacer eso de tu futuro, que pasaría con tus sueños, con la casa élfica de puerta redonda que anhelas, la moto estilo Chopper, los viajes, etc.
Quizás mi gran error es temer decepcionar a otros y no priorizar mi propia decepción y frustración, mal que mal es mi futuro, no el de mis padres ni amigos.
Solo queda aprovechar el poco tiempo que queda (eso suena a despedida fúnebre) y tratar de hacer de él lo mas rendidor posible.
Algún día reiré del tiempo y sus aleados y le cobrare estas angustias que me obsequia.
Dedicado a ti…
Time.
Hoy en la mañana caminaba de mi preuniversitario al paseo Ahumada, gracias a que mi reloj en acuerdo con el señor tiempo me jugaron una mala pasada y convenciendo a mis sabanas de seducirme… no alcance a llegar a la primera hora de clases.
Ya sentada en una aislada banca, mientras observaba a una estatua viviente que se gana la vida en aquello pensaba… ¿Como será mi futuro? ¿Tendré la capacidad de estudiar y hacer de mi vida lo que realmente quiero? ¿Alcanzar mis sueños, anhelos y olvidarme de todos los posibles temores que me atormentan? ¿Y como haré de mi vida lo que quiero si ni siquiera tengo muy claro lo que quiero?
Creo que son interrogantes por las que todos hemos pasado, pero créanme que los temores se acentúan si has desechado un año de tu vida en supuestos estudios que nunca se llevaron a cabo.
Yo egrese de enseñanza media el año pasado y decidí darme un año para estudiar según yo “mas a conciencia” sin embargo, la sobra de tiempo y la lejanía de aquella prueba crucial provocaron en mi un relajamiento excesivo, llevándome a pensar muchas veces “ah! Si aun hay tiempo” sin embargo hoy, sentada en aquella banca note que estaba muy equivocada. La fecha de mi cumpleaños se acerca a pasos agigantados, y después de mi cumpleaños psicológicamente el año se me acaba. Entonces ¿Qué hacer? El tiempo perdido no vuelve y las materias por osmosis no entran. Bueno, seria exagerar decir que no he hecho nada de mi vida y mi tiempo este año, en verdad algo (bastante mínimo) e aprovechado mi tiempo en estudios y cosas útiles, pero también debemos asumir que la reina de los cuadernos no he sido.
Creo que mi mayor temor es decepcionar a mis cercanos quienes confían que este año lograre resultados esperados. La angustia consume y los nervios actúan, solo queda esperar la fecha crucial. ¿Y que será de mi si los resultados son paupérrimos… mucho peores a los del año anterior?
Fijando mi mirada en aquella estatua se me pasaron dos ideas fugaces por la cabeza:
Bueno, en realidad no es tan malo, si fuese estatua al menos sabría que es “arte” y que la gente disfrutaría al mirarme (porque yo admiro mucho a las estatuas vivientes). Y de forma casi instantánea llego la siguiente idea: ¡acaso tu estas loca niña! Como se te ocurre pensar hacer eso de tu futuro, que pasaría con tus sueños, con la casa élfica de puerta redonda que anhelas, la moto estilo Chopper, los viajes, etc.
Quizás mi gran error es temer decepcionar a otros y no priorizar mi propia decepción y frustración, mal que mal es mi futuro, no el de mis padres ni amigos.
Solo queda aprovechar el poco tiempo que queda (eso suena a despedida fúnebre) y tratar de hacer de él lo mas rendidor posible.
Algún día reiré del tiempo y sus aleados y le cobrare estas angustias que me obsequia.
Dedicado a ti…
Time.
